Aunque sabía que el lanzamiento inicial del nuevo sistema operativo no fue fácil, con el paso del tiempo, la curiosidad me superó y decidí actualizar mi portátil que utilizo para los viajes y desplazamientos, un Lenovo Yoga C940 del año 2019. Y es que como a casi todos, me encantan los rediseños visuales y estaba ansioso por poder probar algunas de las nuevas funciones de Windows 11, así como la esperada compatibilidad con aplicaciones de Android. Los últimos meses me han demostrado que no fue una buena decisión y han reforzado mi deseo de desinstalar Windows 11 y volver a Windows 10, al menos en el PC de escritorio que uso a diario para trabajar. A continuación, encontrarás una lista de todos los problemas que me he encontrado en el portátil desde que actualicé a Windows 11, junto con mis intentos de solucionar algunos de ellos. Aunque la experiencia no será la misma para todos, es decir, puede que estés muy satisfecho con tu equipo y Windows 11, es una advertencia para todos aquellos usuarios que se lo estén pensando seriamente el hecho de dar el salto de versión.
Se agota la batería mientras el portátil está inactivo
Una de mis mayores frustraciones después de actualizar a Windows 11 ha sido la forma en que se agota la batería de mi portátil mientras se mantiene en reposo. Debido a que trabajo principalmente desde un ordenador de sobremesa, mi portátil puede permanecer sin uso durante días. Desde que instalé Windows 11, me sucede con bastante frecuencia que cuando voy a coger el portátil para usarlo, éste se encuentra sin batería, habiéndolo dejado con carga previamente. ¿Por qué está pasando esto?. De manera predeterminada, Windows 10 y Windows 11 usan un modo llamado ‘Standby Modern’, el cual mantiene el equipo conectado a la wifi en un estado de bajo consumo de energía cuando lo pones en modo de suspensión. Esto permite que Windows se active rápidamente y salga del modo hibernación en instantes. También puede descargar actualizaciones mientras el ordenador permanece inactivo. Desafortunadamente, ‘Standby Modern’ también puede convertirse en un auténtico vampiro de la batería de tu portátil. A pesar de que en Windows 10 ajusté estos parámetros, de alguna manera se han vuelto a repetir con la instalación de Windows 11. Para este problema, pude encontrar una solución a través de la publicación en ElevenForum, donde cuentan como haciendo una pequeña edición del registro de Windows, es posible desactivar ‘Standby Modern’ a través del panel de control de Windows:
Abre el símbolo del sistema e introduce lo siguiente: REG ADD HKLMSYSTEMCurrentControlSetControlPowerPowerSettingsF15576E8-98B7-4186-B944-EAFA664402D9 /v Attributes /t REG_DWORD /d 2 /fVisita lo siguiente: ‘Panel de control > Opciones de energía > Cambiar configuración del plan > Cambiar configuración avanzada de energía’.En el perfil “Equilibrado”, expande la opción ‘Conectividad de red en modo de espera’ y selecciona ‘Desactivar’ mientras está en modo batería.
Aunque me alegro de haber podido solucionar este problema, nadie debería tener que hacer estas modificaciones en el registro de Windows para tan solo evitar que se agote la batería del portátil cuando se mantiene en modo inactivo.
Los menús son menos eficientes
Aquí me he topado con el hecho de que Microsoft ha eliminado en Windows 11 la capacidad de poder combinar elementos de la barra de tareas, lo que dificulta la realización de múltiples tareas entre varias instancias de un solo programa. Microsoft también se ha deshecho de las jumplists, las cuales pueden mostrar acciones rápidas o archivos recientes al hacer clic con el botón derecho en un icono de la barra de tareas o del menú Inicio. Según lo recomendado por mi colega Mark Hachman, solucioné este problema instalando Start11, la utilidad de la empresa Stardock que tiene un coste de 6 dólares y que permite restaurar el menú de Inicio y la barra de tareas a su funcionalidad anterior de Windows 10. Pero Start11 tampoco es una solución perfecta. Su función de búsqueda no siempre reconoce los programas recién instalados y, puntualmente, me encuentro con un error que requiere reiniciar el menú. Además, Jumplist de Start11 para Typora, mi aplicación de escritura preferida, solo muestra documentos frecuentes en lugar de “recientes”. Start11 sigue siendo una gran mejora con respecto al menú Inicio y la barra de tareas predeterminados de Windows 11, pero es menos eficiente que lo ofrecido por Windows 10.
El botón de encendido no funciona
Windows 11 también introdujo una peculiaridad en el botón de encendido de mi Yoga C940: cuando lo presiono, el indicador LED parpadea durante unos 30 segundos, tiempo durante el cual es imposible volver a encender el portátil. Si no quiero esperar a que la luz deje de parpadear, debo mantener presionado el botón para forzar el apagado y luego reiniciar el equipo portátil (lo que probablemente se convierta en una demora del encendido de unos 30 segundos). Cambiar el comportamiento del botón de encendido y pasarlo de ‘Hibernación’ a ‘Modo de suspensión’ no ayudó, y todavía tengo que encontrar otras soluciones. Aún más extraño es el hecho de que cerrar la tapa de mi portátil no conduce al mismo comportamiento. Por ahora me he resignado a pensar la acción dos veces antes de presionar el botón de encendido. Si bien esto es solo una molestia menos en líneas generales, también es un recordatorio constante de los problemas que me causa Windows 11 en mi portátil.
El contraste de la pantalla se volvió loco
Hace aproximadamente un año que escribí sobre cómo algunos portátiles con tecnología Intel tienen una extraña función de contraste automático que se supone que ahorra energía, pero que termina haciendo que la pantalla se vea sucia. En ese momento, pude desactivar esta función a través de la aplicación Graphics Command Center de Intel sin ningún impacto aparente de la duración de la batería. Pero hace aproximadamente un mes, noté que mi portátil había vuelto a sus antiguas formas de corregir el nivel de contraste, y Intel Graphics Command Center ya no ofrecía ninguna forma de solucionarlo.
La configuración requerida simplemente desapareció, y los cambios constantes en los niveles de contraste me estaban volviendo loco. El problema se resolvió de forma repentina la semana pasada después de una conversación con un técnico de Intel desactivando ciertos aspectos de energía de Graphics Command Center. Aunque me alegro de que mi pantalla haya vuelto a la normalidad, no he recibido una explicación de lo que salió mal en primer lugar, y me hace cuestionarme si esto mismo lo están viviendo otras personas esperando algún tipo de solución.
El sistema va más lento (solo a veces)
Es difícil identificar este último punto, y mucho menos medirlo de manera objetiva, pero mi portátil ocasionalmente se comporta de forma más lenta en sus procesos y con menos capacidad de respuesta desde que actualicé a Windows 11. Mi Lenovo Yoga C940 tiene un procesador Intel Core i7-1065G7 de décima generación y 12 GB de RAM, lo que debería ser más que suficiente para tareas típicas de navegación web, gestión de correos electrónicos y edición de documentos. Sin embargo, a veces, la computadora portátil puede parecer mucho más lenta al arrancar y al cambiar entre aplicaciones o pestañas del navegador. Incluso las pulsaciones de las teclas, en ocasiones, no ofrecen la respuesta inmediata que todos esperamos.
Para ser justos, también he tenido muchos tramos de uso en los que el portátil ha funcionado bien, tanto con el cargador como sin él, pero eso hace que el contratiempo ocasional sea aún más molesto. Cuido muy bien mis ordenadores y trato de mantenerlos para que ofrezcan la mejor respuesta posible, y los diferentes problemas aparecidos tras la instalación de Windows 11 me hacen pensar si merece la pena esta actualización salvo que compres un nuevo equipo. De nuevo, es difícil predecir si estos problemas están directamente relacionados con Windows 11, pero los menciono todos ellos porque encajan con el patrón general de cosas que no funcionan como solían hacerlo antes, lo que me lleva a investigar por qué sucede y a perder demasiado tiempo en encontrar una solución. La mayor parte del tiempo, estoy entusiasmado con las actualizaciones de software. Adopté rápidamente Windows 10 cuando se lanzó en 2015, y siempre salto a las últimas versiones de iOS o Android cuando están disponibles (a veces incluso en forma beta). Incluso cuando surgen problemas con esas actualizaciones, tienden a resolverse con bastante rapidez y no me arrepiento de haber dado el salto. Pero tras lo vivido con mi portátil, la actualización a Windows 11 ha sido para mí una clara excepción. Artículo original publicado en PCWorld US.